Mi primera impresión, con ojos de turista:
Manila, realmente, es una ciudad de grandes contrastes!
Lo primero que ves al salir del aeropuerto son largos puentes elevados, que dejan ver desde arriba, una ciudad extensa, de casas humildes, congestión vehicular producto de un tráfico caótico y ruidoso, mucha gente en la calle (la décima área más poblada del mundo) las personas parecen hormigas sin chocarse unos con otros; y de pronto, al girar uno de los puentes te encuentras una ciudad diferente: rascacielos, enormes edificios, arquitectura moderna, calles organizadas; un verdadero distrito de negocios, con múltiples ofertas gastronómicas, cafecitos, tiendas de Marca, cadenas de supermercados, centros comerciales enormes... es como si estuvieras en otro país con tan solo girar en una esquina!!!
Y... este contraste? La verdad te explican al llegar, que en la ciudad hay como “dos burbujas” bastante marcadas en Metro Manila (el área metropolitana) que son los centros donde viven los expatriados: Makati y BGC (Bonifacio Global City) y el resto... el resto es la verdadera Manila...
El tráfico: es un caos, aquí realmente uno no se explica como no hay accidentes en cada esquina; creería que la mayoría de personas obtuvo su pase de conducir en una caja de cereal: se estacionan donde quieran, realizan giros inesperados, invanden carriles al son de los cocos, cambian de ruta tan rápido como un parpadeo y deciden hacer giros en U donde difícilmente te imaginas; pero eso sí, no hay insultos en la calle, la gente no reacciona con violencia... y si hay un peatón cruzando una cebra: tranquilo, con calma, no corre... y listo: es como una “cámara lenta” en medio del tráfico acelerado y caótico...
El idioma: bueno, ya les había contado, es común que te pasen del tagalo al inglés en una frase, al menos 4 veces; y a veces, cuando ves una palabra escrita que no es inglés, tan solo debes leerla en español tal como la ves y ya está, entendida: kumunsta (como esta), tinidór (tenedor), Pulisya (policía)...
Bueno, a estas alturas de mi viaje, me he dado cuenta que mi inglés no es tan malo como siempre creí, al menos me entienden, y el idioma universal de las señas será quien soporte mi inglés; pero para no quedarme así, decido tomar clases (por ahora virtuales) con un profe británico, que la verdad me han encantado; ahhh y también decidí aprender un poco de Tagalo (a la tierra que fueres...) con una profe buenísima, filipina, que tiene la paciencia de explicarme en inglés y se ríe cada que repito una palabra de la clase; ella, la chica que nos ayuda en la limpieza del hogar es mi profe, quien siempre tiene una sonrisa para cada “clase”; y así, la primera palabra que le pedí que me enseñara fue “Salamat “ (gracias), bueno, esa estuvo fácil, porque el “buenos días” es “Magandang umaga” (que traduciría textualmente como un: bonita mañana) (ahhh como anotación aquí todo es bonito en Tagalo: bonita mañana, bonita tarde, bonita noche, bonito almuerzo... para que logres imaginar la energía que tiene la gente aquí), aunque siendo sinceros: ya esas palabras son grandes ligas para mi, así que de nuevo: con calma; claro que quien quita que termine dominando el Tagalo antes que el inglés!!!
La Plaza de Mercado: como toda plaza, un caos; mucha gente (y eso que estamos en pandemia) encuentras de todo “como en botica” eso si, los precios varían de acuerdo al comprador, es decir: una fruta tiene un precio diferente si eres local o si claramente no eres de la región... ahhh bueno y las frutas y verduras aunque son súper diferentes a la nuestras, su valor depende del origen o procedencia, más no de la temporada de cosecha... conclusión: es mejor pedirle el favor a la chica/profesora que nos compre las frutas y verduras, que ir a pagar el triple por ellas...
La gente: me ha parecido encantadora, muy servicial y siempre están con una sonrisa; realmente es gente q le encanta reír y lo hacen desde el alma, porque a pesar de usar tapabocas por la pandemia, logras ver cómo se les ilumina la cara y sonríen hasta con los ojos; claro que siendo sinceros, no todo es color de rosa: creo que la frase más usada por los filipinos es “Sorry Po” que significa “perdón amigo”; y para casi todo hay un: "no, sorry Po" por ejemplo: hay pan? (en un supermercado) respuesta: no, sorry Po; aunque lo encuentres dos pasillos más adelante; paso siguiente: analizar si este detalle es parte de sus genes, o porque no entienden lo que les dices, o es más pereza que cualquier otra cosa...
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