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Foto del escritorAnalu

Coron, el vuelo de los murciélagos!

Actualizado: 19 may 2023

Una nueva aventura: esta vez, planeando todo antes de nuestro viaje a Colombia, como parte de la despedida de unos grandes amigos que dejan Filipinas y se trasladan a Singapur por temas de trabajo; decidimos buscar un nuevo destino turístico y nada mejor para despedirse de este país que una de sus paradisíacas playas.


Nuestro destino: CORON, en la Provincia de Palawan; reconocido porque durante la Segunda Guerra Mundial, aviones estadounidenses hundieron un grupo de barcos japoneses en las aguas de Coron, cuando éstos se retiraban de la bahía de Manila; estos barcos (entre 10 y 12) forman parte de lo que hoy se considera, uno de los mejores sitios de buceo de naufragios del mundo.


Coron, que también hace referencia a la cercana ciudad que lleva el mismo nombre y es el centro de tránsito de la isla vecina de Busuanga; es un pequeño poblado con atracciones turísticas limitadas, pues se encuentra rodeada de acantilados, lo que hace que no haya muchas playas de arena blanca. Casi todas las playas y atracciones naturales se encuentran en las islas cercanas, como es el caso de “Dimakya Island” donde se encuentra el hotel escogido para nuestro descanso: el Club Paradise Palawan; un resort, al que solo puedes llegar en bote privado coordinado por el hotel.


Ya, a estas alturas sabemos que viajar en época de pandemia no es fácil y más en un país con tantas restricciones, así que arrancamos de nuevo a llenar formularios, pedir reservas, llenar aplicaciones, solicitar permiso de entrada de las municipalidades y finalmente la prueba PCR, que con el paso del tiempo se volvió paisaje, bueno, dependiendo de la persona que te realice la prueba!


Una vez más, ligeros de equipaje, llegamos a Coron, luego de un viaje de casi una hora en avión desde Manila, donde nos recogen en el aeropuerto en un busesito y nos llevan a un embarcadero, para tomar el bote que luego de 45 min. de atravesar el mar y pasar por grandes manglares, nos deja en el hotel.


Como el hotel ocupa casi toda la isla, en esta oportunidad no hacemos recorridos en moto ni vemos atracciones turísticas, así que tan solo nos disponemos a recorrer las instalaciones, esperar que sean asignadas nuestras habitaciones, ubicar los puntos de interés del hotel y cambiarnos de ropa para disfrutar de la tarde; conociendo además, como parte de los “huéspedes” naturales del hotel, a los "lagartos monitor asiáticos", parientes cercanos del dragón de Komodo, que ocupan el segundo lugar en tamaño del mundo después de estos últimos, y que suelen pasearse ante la mirada de los turistas recién llegados.


Luego de nuestro tour de reconocimiento y mientras descansábamos en la piscina, fuimos testigos de un fenómeno natural que personalmente jamás había visto y que ocurre en la isla al atardecer, alrededor de las 5 pm y es, una inmensa colonia que se desplaza con un sonido particular: son miles y miles de murciélagos de fruta (que son sin exagerar del tamaño de un gato) que dejan los árboles de la isla y salen en busca de alimento a las islas cercanas, para regresar solo al amanecer, donde buscan su lugar para dormir colgados de los árboles durante el día. Es tan particular el fenómeno, que hasta el hotel tiene una hora de “happy hour” donde las bebidas del bar son a mitad de precio y la llaman: “el vuelo de los murciélagos“.


Fueron días de descanso, de contemplar el mar, pues nos tocó “bandera roja” que nos impedía ingresar a nadar y no nos permitió hacer snorkel cerca a las almejas gigantes que nos indicaron, estaban frente a la costa del hotel; solo logramos disfrutar el mar un día muy temprano en la mañana, bajo nuestra responsabilidad, cuando una “bandera amarilla” nos lo permitió; así que nos dedicamos a conversar, ponernos al día en historias, tener nuestras conversaciones polémicas, tomar cervecita, unos cuantos mojitos y hasta hacer los castillos de arena como en nuestra mejor época…


Pasamos días increíbles, me faltó tiempo para retomar mi buceo de naufragios y conocer las almejas gigantes, pero disfrutamos al máximo de una compañía increíble, dejándoles un: “hasta pronto amigos, buen viento y buena mar”.













136 visualizaciones2 comentarios

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2 Comments


alejo
May 31, 2023

Que chevere los murciélagos


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Gustavo Palacio
Gustavo Palacio
Jan 29, 2022

Espectacular relato! 😍

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